El alcohol es una sustancia que se consume comúnmente en muchas partes del mundo y puede tener efectos negativos tanto a corto como a largo plazo en la salud y el bienestar de las personas.
A corto plazo, el consumo excesivo de alcohol puede causar problemas como la intoxicación, la pérdida de coordinación, trastornos del habla y del equilibrio, y puede aumentar el riesgo de accidentes y lesiones. A largo plazo, el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar una amplia variedad de trastornos de salud, como enfermedades hepáticas, trastornos mentales, trastornos del sueño y ciertos tipos de cáncer.
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El consumo excesivo de alcohol también puede tener consecuencias sociales y personales graves. Puede afectar las relaciones familiares y de pareja, y puede llevar a problemas financieros y laborales. Además, el alcohol puede aumentar el riesgo de comportamientos agresivos y violentos y puede contribuir a la violencia doméstica.
Para reducir el riesgo de sufrir las consecuencias negativas del alcohol, es importante beber con moderación y no conducir ni realizar actividades peligrosas cuando se ha consumido alcohol. Si tiene problemas para controlar su consumo de alcohol o si cree que puede tener un problema de dependencia del alcohol, es importante buscar ayuda y tratamiento.
PABLO VIVANCO DÍAZ
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